UNIVERSIDAD
ABIERTA Y A DISTANCIA DE MEXICO
NOMBRE
DEL Alumno:
SANDRA
YESENIA MARTINEZ COLIN
MATRICULA: Es1421002914
LIC. EN SEGURIDAD PÚBLICA
Comunicación
oral y escrita
Actividad.1 Unidad 2
SARA
ESTABA JUNTO A LA VENTANA.
Fue junto a la ventana donde Sara miraba los
árboles, recordando que hoy fue un día
muy ajetreado, cuando lo vio pasar, el caminaba por la calle sin ninguna
preocupación con sus audífonos puestos tarareando una canción, ella estaba
suspirando por el hecho de contemplar su figura sin poder decirle siquiera
algo de frente, sintiendo que una sensación como una ráfaga de viento
atravesaba no solo su cuerpo de manera física sino llegaba al alma, lo cual
alimentaba su corazón, de repente comenzó a sonar el vidrio era una pequeña
rama la cual se movía con el viento pues denotaba que se avecinaba una tarde
lluviosa, lo cual la hizo darse cuenta que tenía que meter al señor Mirs, su
gato, que abrazaba cada vez que tenía frio en aquellas tardes lluviosas y la
confortaban.
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LA PUERTA SE ABRIÓ.
La puerta fue
rechinando poco a poco, yo no le había colocado ningún lubricante por lo que
su ruido me despertó yo abrí mis ojos y sentí pavor ya que eran horas de la
madrugada y no esperaba absolutamente a nadie, temblé pensando que sucede ¡oh
dios! que me va a pasar, un escalofrió recorrió mi cuerpo tenia sensaciones
encontradas y no sabía qué hacer, no pude moverme solo miraba desde mi cama,
cuando totalmente se abrió fue cuando
por fin vi su mirada supe que era él a quien tanto había esperado, con quien
soñé y no tenía a mi lado, aún conservaba esa llave que le di
el día que mi corazón fue suyo y al poco tiempo solo se fue, puesto que el
tiempo nos había demostrado tantas cosas que creí me enseñaba que jamás
regresaría pero estaba ahí y me miraba mientras yo fingía que dormitaba, sentía su esencia cerca de mí, mi corazón
no podía dejar de latir tan fuerte , me acariciaba mi pelo, mientras yo no
podía asimilar lo que estaba pasando, mi mundo se estaba recreando de nuevo
ya que solo con el sentí el amor verdadero.
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SE
OYÓ UN RUIDO.
Estaba sola en casa
pues llegue temprano de la escuela, no tuve la última clase, mis amigos me
invitaron a cenar pero yo estaba tan cansada de aquella clase de jazz del día
anterior que lo único que quería era un poco de tranquilidad en mi hogar, ver
a mis padres y cenar con ellos, pero mi padre dejo una nota en el refrigerador
diciendo que llegaría bastante tarde pues tenía muchas cosas que hacer, por
lo cual decidí llamar a mi madre, nunca contesto, me puse a ver un programa el cual era muy
divertido cuando de repente se oyó un ruido en la cocina el cual me
estremeció, corrí tome un cuchillo, no vi nada estaba tan espantada que no
sabía ni que hacer, mis piernas temblaban, entonces pregunte ay alguien ahí,
después de un rato solo salto un pequeño ratoncillo con un poco de queso, en
ese momento me eche a reír y supe que todo estaría bien.
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EL
GATO ENTRÓ CORRIENDO.
Estaba
el día soleado y decidí ponerme mi sombrero más lindo pues me encantan, buscaba cambiar la tierra de mis plantas,
me puse en marcha mientras escuchaba cantar a mi hermoso canario quien me
despertaba por las mañanas pues el hambre abordaba su cuerpecito con lo cual
de inmediato sabía que ya era momento de poner mi día en acción y darle su alimento, era tan dócil que le daba momentos de
salida, el reposaba junto a unos
geranios, yo lo admiraba por su color naranja; de repente entro corriendo el gato del vecino, quiso atacar
a mi ave, así que tome una escoba y lo
saque de ahí, ¿qué le pasaba?, siempre miraba así a mi pobre ave, así que le
di un buen escobazo, espero haya
aprendido la lección de respetar y jamás pararse por aquí, mientras mi ave voló
hacia su jaula, la cual abrí y siguió cantando mientras terminada mis
actividades
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